El voluntariado, la fuerza de Punt de Referència
Las personas voluntarias y la juventud, junto con el equipo educativo, son los tres pilares para hacer realidad el acompañamiento de chicos y chicas tutelados y extutelados. Hacer voluntariado es una experiencia de crecimiento, tanto personal como colectiva, que deja huella en quien lo lleva a la práctica.
En Punt de Referència, hasta el 31 de octubre de 2022, contábamos con 106 personas voluntarias y, en la actualidad, tenemos tres nuevos grupos de voluntariado en formación: dos en Barcelona y uno en el Maresme. También estamos abriendo dos nuevos grupos más, uno en el Vallés y otro en Barcelona. Y, a principios de 2023, prevemos abrir un grupo más en el Maresme. Así pues, es un buen momento para recopilar qué significa hacer voluntariado y poder de este modo compartir la experiencia con personas que puedan estar interesadas en ser voluntarias.
Muchas de las personas voluntarias de Punt de Referència se han planteado con anterioridad el potencial que significa la experiencia vital de acompañar a chicos y chicas extutelados, mientras que otras lo valoran una vez que lo han vivido. Pero para todas ellas, formar parte de Punt de Referència supone:
- Conocer y poner en práctica la mentoría social. Eso es mucho más que establecer una relación entre personas que, de manera voluntaria, se ofrecen para proporcionar apoyo y promover la autonomía de la juventud tutelada y extutelada. Ser mentor o mentora significa acompañar a un chico o chica extutelado durante su día a día, tejer vínculos de confianza, vivir su crecimiento, ayudarlo a tomar decisiones y, lo más importante, a convertirse en una persona que sienta que un futuro diferente y mejor es posible.
- Ser acompañado/da y asesorado/da. Todos los procesos de mentoría social se hacen desde el acompañamiento, y cuentan con la asesoría y apoyo profesional del equipo educativo de Punt de Referència.
¿Qué me llevo por acompañar a jóvenes extutelados?
Roser resume así la esencia de la mentoría social: “Para mí, el trabajo a tres bandas (proyecto, joven y voluntariado) es indispensable para una adaptación integral de la juventud tutelada y extutelada en la sociedad”.
Ahora que se abren nuevos grupos de mentoría, es el momento para mostrar las experiencias vividas y compartidas:
Mireia: “Me ha permitido conocer otras realidades y otras formas de relación con ellas, desde el respeto y la escucha”.
Carme: “Acompañar a este joven me ha aportado conocimiento, satisfacción, empatía y flexibilidad”.
Anna: “Me ha ofrecido la oportunidad de acompañar a un joven extutelado durante un pequeño trecho de su camino, y ayudarlo a sacar adelante el grado que está estudiando. Al mismo tiempo, he podido explorar la faceta de ofrecer apoyo desde la empatía. Me ha hecho reflexionar y experimentar las dificultades y el valor de estar ahí, respetando las decisiones y el espacio del otro, sin cargar con sus responsabilidades”.
Jordi: “He podido establecer una relación con jóvenes que necesitan mucho tener relaciones de referencia. Y he recibido apoyo para entender cómo puede ser esta relación y guía, y cómo actuar para facilitar que la relación sea buena”.
Los mentores y mentoras consideran que el aprendizaje ha sido mutuo y bidireccional. Así lo afirma Eva: “Me llevo muchos aprendizajes de la mentoría. He descubierto otra realidad”, o Lluís que dice que acompañar a jóvenes para que continúen los estudios postobligatorios le ha permitido “un cambio de mirada respecto a la situación de los jóvenes inmigrantes”. Opinión que comparte Anna cuando afirma que hacer mentoría “me ha permitido ser consciente de la realidad que le ha tocado vivir a un grupo de personas que conviven conmigo en la misma ciudad” y, al mismo tiempo, “sentirme partícipe y orgullosa de un proyecto, muy bonito y con gran impacto social, de una asociación con estructura y muy bien organizada como es Punt de Referència”.
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