Punt de Referència reivindica la la falta de recursos para proteger a las jóvenes que sufren violencia machista
Con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Machista, queremos reivindicar las debilidades y la falta de recursos de un sistema que no logra proteger adecuadamente a las jóvenes que sufren o han sufrido violencia machista. Queremos recordar que la violencia machista sigue atravesando las vidas, los cuerpos y las trayectorias de muchas de las jóvenes a las que acompañamos, condicionando su presente y limitando sus oportunidades de futuro.
Desde Punt de Referència denunciamos la desprotección que sufren tantas personas supervivientes de violencia machista (sí, supervivientes, porque ya basta de llamarlas “víctimas”) por parte de un sistema que debería cuidarlas y no hacerlas sentir aún más solas. Un sistema judicial que a menudo no se ajusta a sus realidades, unos protocolos rígidos que llegan tarde y una falta de empatía que duele.
Es imprescindible actuar desde una mirada interseccional, que tenga en cuenta todos los ejes que atraviesan la vida de cada persona y cómo se interrelacionan entre ellos. No todas las violencias se viven igual.
Muchas supervivientes se encuentran solas, cuestionadas y juzgadas, con un entorno que les pide explicaciones en lugar de ofrecerles apoyo. Demasiadas veces se pone el foco en lo que ella hizo o no hizo, en lugar de responsabilizar al agresor. Esto es injusto e insostenible.
Hay que trabajar mucho más desde la prevención: necesitamos una educación sexual y afectiva que enseñe respeto, consentimiento e igualdad.
Si realmente queremos facilitar que las jóvenes puedan denunciar y protegerse, es necesario: reformular los protocolos para evitar la revictimización, garantizar una protección real durante todo el proceso judicial y dar más valor a su relato sin exigir tantas evidencias prácticamente imposibles de demostrar.
Evitemos que sientan que el sistema las abandona. Ninguna joven debería recorrer sola un camino tan doloroso y con toda la frustración que genera. Trabajemos para que sus voces sean escuchadas, su dolor reconocido y sus derechos garantizados.
