Jóvenes y mayores, unidos por Sant Jordi

Que ninguna persona mayor se quede sin libro ni rosa. Este era el objetivo de la entidad Amics de la Gent Gran para el día de Sant Jordi, y que movilizó y sumó los y las jóvenes del proyecto MentorHabilitats.

A estas alturas del curso las relaciones entre el grupo y las parejas de mentoría del proyecto MentorHabilidades están consolidadas, y decidieron realizar juntas un servicio solidario para la gente mayor, que a la ves les permita poner en valor las competencias aprendidas durante el curso. Por este motivo, los jóvenes habían dedicado las últimas sesiones de actividades grupales del proyecto a informarse y trabajar en como podían implicarse en acompañar a otras personas en un día tan especial como el de Sant Jordi.

Acompañados por Alba, coordinadora del proyecto, decidieron ponerse en contacto con Amics de la Gent Gran. La Fundación les dedicó una sesión a explicarles quienes son las personas mayores a quienes acompañan y la situación de soledad con la cual viven. La decisión del grupo de MentorHabilidades fue implicar a más jóvenes y mentores de Punt para dar un vuelco a esta situación durante el día de Sant Jordi, una iniciativa de colaboración que Amics de la Gent Gran acogió muy positivamente desde el inicio). A partir de allí, los siguientes encuentros del grupo contaron con la participación activa de los jóvenes que estuvieron preparando la charla informativa que animaría a otras personas a participar, y finalmente asignar parejas con cada persona mayor.

 

      

      

      

En el transcurso del 23 de abril tanto jóvenes como mentores/as pusieron en práctica todo lo que habían estado preparando. Se encontraban en la parada de Amics de la Gent Gran y allí recogían una rosa y un libro que quisieran regalar a la persona mayor. Después iban juntas hacia la casa de esta persona para entregarle la rosa y el libro y compartir un rato con el/ella.

      

 

Cada una de las 14 parejas que participaron hizo una visita en casa de una persona mayor. Todas ellas quedaron muy satisfechas de la experiencia, como en el caso de la mentora Marina, que nos escribió:

El encuentro con Anna Maria fue muy bonito. La señora estaba absolutamente agradecida y nos dio las gracias mil veces, no solamente a nosotros, sino a toda la organización. También nos pidió que le dedicáramos el libro e Hicham y yo se lo signamos. Por cierto, acierto total el libro ilustrado sobre Barcelona. Lo leímos con ella y estaba encantada: reconocía los sitios y le gustaba recordarlos. Fue muy emocionante porque le recordaba a su marido, que era dibujante, y en un momento se puso a llorar. Ya te puedes imaginar que tuve que aguantarme las ganas de llorar también, pero solamente fue un ratito y pudimos leer con ella el libro entero. Hisham también percibió lo agradecida que estaba la mujer y la ilusión que le hizo el libro. Gracias a esta iniciativa, tres personas de generaciones bien diferentes compartimos un bonito paseo literario por los rincones de Barcelona.

Tengo una buena noticia

«Ya tengo lo que quería: un trabajo y una casa para descansar y mantenerme de pie. Espero algún día de fiesta subir a pasar un día en Barcelona«. Hace dos semanas un joven  escribía estas palabras a Núria, la educadora que lo acompañó en el su paso por el proyecto Referentes dos años atrás.

Las buenas noticias como esta no tienen precio. Cuando los y las jóvenes nos vienen a contar sus éxitos, en Punt estamos de celebración. Poder acompañarlos desde el voluntariado o desde un rol profesional nos permite ponernos en su piel y nos enseña que (teniendo en cuenta también la mochila de experiencias vividas por cada un/a de ellos/es) tanto las pequeñas como las grandes alegrías suman en  la construcción del futuro de los y las jóvenes. Con una edad que ronda los 18 años su estado de ánimo depende demasiadas veces de las oportunidades que se les dan para conseguir iniciarse en la vida adulta con garantías de poder establecerse en una ciudad, encontrar un puesto de trabajo, una vivienda y una estabilidad emocional.
En este artículo compartimos todo lo que hay detrás de estas buenas noticias.

Mucho más que conseguir un pasaporte

Hace dos semanas recibíamos una visita de un joven emocionado y eufórico porque después de 6 años de esfuerzo ha conseguido obtener el pasaporte. Para él el proceso ha significado mucho más que tener la opción de viajar, ha comportado reencontrar su familia de quienes no tenía noticias desde que les tocó vivir un desastre natural.

Objetivo: el contrato laboral de un año. 

Pera los jóvenes de origen migrante poder conseguir los permisos de residencia y de trabajo pasan por tener que firmar una oferta de trabajo de un año de duración. Un reto difícil de conseguir y que compartimos con nuestros jóvenes. Esta semana estamos contentas, un joven que vive en los pisos asistidos ha conseguido una oferta a mediante la red de personas que han ido consolidando a su alrededor. Todo un éxito que le permitirá establecerse por lo menos durante un año!

Aprobar un examen

Una chica del proyecte Acoge cada vez que aprueba un examen escribe un mensaje a su educadora de referencia. Su sueño es ser odontóloga, tener una profesión reconocida e ingresos suficientes para mandar a su familia, que vive una complicada situación por el contexto de guerra de su país. El éxito en los estudios es una de les alegrías compartidas por muchos jóvenes, ya que es una rama clave para la construcción de su futuro formativo y laboral.