Donde han quedado los espacios relacionales? Y los aprendizajes derivados de la educación no formal? El coronavirus nos ha alejado de las oportunidades de establecernos en red con personas y recursos de nuestro alrededor. La juventud, que de base no cuenta con una red de apoyo fuerte y no dispone de demasiados espacios de ocio, ha visto como éste círculo de recursos y relaciones ha quedado reducido a la mínima expresión. Esta consecuencia es una amenaza para su itinerario, que depende, en gran parte, de les posibilidades que el contexto les ofrezca.
Queremos estar presencialmente siempre que las medidas sanitarias dictadas lo permitan, para garantizarles cualidad en los vínculos con otros jóvenes, con las personas voluntarias y con las educadoras. Somos conscientes de las dificultades que tienen para continuar los estudios (a menudo a distancia), para mantener el contacto con su gente que no vive en el mismo municipio, comunidad, país o continente, para expresar sus necesidades y para ser acompañados. El acceso a oportunidades ha decrecido, pero los tempos para emanciparse no se detiene para ellos. Por este motivo es importante continuar construyendo oportunidades juntas, como lo es participar en la construcción de una relación de mentoría social.
Por qué continuamos proponiendo encuentros presenciales en este contexto?
Los ámbitos de la emancipación que quedan tocados con la crisis del coronavirus