Los motivos que desencadenan a esta juventud a ser tutelados por la Generalitat de Catalunya pueden ser diversas: pobreza severa, migraciones, negligencias, situaciones de maltrato, entre otras.
Para todas estas personas cumplir 18 años significa dejar este recurso de tutela de una forma automática. Emanciparse es un gran reto en el que es necesario poner en valor sus fortalezas y habilidades, pues su punto de partida las hace más vulnerables que el resto de la juventud que no ha pasado por este proceso.
Buscar un piso, formarse, acceder a un puesto de trabajo y mantenerlo, tramitar documentación, aprender a gestionar la propia economía, tener adultos de confianza cerca, velar por una buena red de amigos, son sólo algunas de las cuestiones que deben resolver de forma autónoma y sin apoyo al llegar a la mayoría de edad.
Por todo ello, Punt de Referència propone un acompañamiento profesional y voluntario que les dé las herramientas para formar parte de una sociedad más inclusiva.