En el marco del Día Internacional del Voluntariado, desde Punt de Referència organizamos una jornada formativa con el objetivo de crear un espacio de relación e intercambio entre las personas que hacen o han hecho mentoría.
Esta jornada estuvo estructurada en dos talleres paralelos. El primero fue una formación en acompañamiento emocional a la juventud, facilitada por SEER y dinamizada por Javi Castillo. El segundo, una formación sobre antirracismo en forma de obra de teatro que llevaba por nombre «Jo no soc racista, però» («Yo no soy racista, pero»), facilitada por la organización sin ánimo de lucro Xixa Teatre y dinamizada por Rocío Cuadra.
Cómo gestionar las emociones al acompañar a los jóvenes
Semicírculo y todos en silencio. Miradas. Algunas delatan sonrisas y otras expresan incomodidad. «Me cuesta aguantar los silencios», dice una de las participantes. Y este es el inicio de 90 minutos de formación donde las participantes se abrieron a compartir sus experiencias de mentoría. «Nos tenemos que mirar y basarnos en el método vivencial porque acompañar a jóvenes es sentir qué nos pasa«, aseguraba Javi Castillo.
Castillo compartió algunos consejos y trucos para gestionar las emociones durante el acompañamiento de personas, especialmente si son jóvenes. La clave es recordar siempre el triángulo de la personalidad. Tres vértices y tres conceptos: HACER (comportamientos), SENTIR (emociones) y PENSAR (acciones). Además, recordó que socialmente atribuimos connotaciones positivas o negativas a emociones que no siempre se viven así y que es necesario dar espacio para sentirlas porque las emociones acabarán condicionando los actos.
Para finalizar esta formación se creó un camino en el suelo con tarjetas de colores y con diferentes emociones escritas para entenderlas y compartir en qué estados del acompañamiento y mentoría se siente miedo, tristeza, culpa, vergüenza, sorpresa, alegría, amor o felicidad, y cómo gestionarlas.
«Han dado consejos muy útiles para el día a día, porque ahora entiendo mejor cómo se forma la personalidad de cada uno, pero también sobre cómo gestionar la paciencia con jóvenes. Porque como voluntaria creo que he tenido prisa con el joven al que he acompañado. Gestionar la frustración es complicado y en los diez meses que dura la mentoría he tenido que trabajar las expectativas», comenta Marta Liñán, que fue voluntaria en Referentes de marzo a octubre de 2023.
«El voluntariado me ha hecho vivir la realidad a través de los ojos de otra persona y ser más consciente de la sociedad en la que vivimos y de los obstáculos que tiene que enfrentar la juventud. Pero también creo que el equipo técnico de Punt de Referència hace un trabajo muy bueno y que los ayuda a salir adelante, y a nosotros como mentoras nos brindan mucho apoyo y acompañamiento«, concluye Liñán.
Por su parte, Leticia Lluch participó en Referentes desde diciembre de 2022 hasta septiembre de 2023 y también cree que el taller de gestión emocional puede ser útil tanto en la vida personal como en futuras participaciones de nuevas mentorías. «La gestión emocional es muy compleja y de esta formación me llevo reflexiones sobre cómo abordar las emociones negativas y cómo vivirlas, cómo sentirlas. También me llevo el reto de cómo transformar las emociones y hacer que el camino emocional sea beneficioso mientras ayudo al joven y, a la vez, a mí misma», añade Lluch.
Racismo: cómo detectarlo y combatirlo
Dos compañeras de piso buscan un tercer integrante y todo parece ir bien hasta que llega Soni, el candidato. A partir de este momento, todo son problemas y discursos discriminatorios de una de las arrendatarias, mientras el público observa y comienza a mostrar expresiones de desaprobación. «De esta gente no te puedes fiar», «se llevan todas las ayudas», «se tienen que integrar» y un largo etcétera de prejuicios y mensajes racistas.
Desde La Xixa, la compañía de teatro que organizaba la sesión, creen que se puede cambiar la forma de pensar de la gente, pero que es necesario nombrar las discriminaciones para combatirlas. Por eso, después de representar la obra teatral, Rocío Cuadra, que dinamizaba la sesión, invitó al público a abrir el debate y preguntó qué había molestado y dónde podían reconocerse las discriminaciones.
Luego, se animó a las asistentes a participar en la obra para cambiar los discursos que no habían gustado. A medida que se iban nombrando malestares y discriminaciones, se fueron haciendo variantes de la obra poniendo el foco en rebatir los argumentos racistas o centrándose en cómo se sentía la persona discriminada. Participaron diversas asistentes y todas coincidieron en que trabajar el antirracismo y romper los discursos discriminatorios es agotador, pero necesario.
«Cuando he participado en la obra, he visto que me estaba enfocando hacia la persona que estaba agrediendo y tiene el privilegio, y me estaba olvidando de quien recibe las discriminaciones. Esto me ha ayudado a ver que en el día a día esto lo puedo aplicar. En lugar de discutir con la persona racista, dar apoyo a la persona agredida«, asegura Neus Ribas, que participa como voluntaria en el proyecto Referentes desde marzo de 2023.
«Todas las formaciones y talleres son muy útiles, he aprendido muchísimo. La formación y el seguimiento que recibimos desde Punt de Referència son un rasgo diferencial, permiten conocer a otras personas y experiencias, las formaciones ayudan a mantener la comunidad«, concluye Ribas.