ENTREVISTA: «Es fundamental construir una idea de «nosotros» en la que todo el mundo se sienta parte de la sociedad»
“Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”, afirmaba el escritor Eduardo Galeano. Sin embargo, ¿cómo podemos saber si el voluntariado es efectivo para las personas que acompañamos? ¿Realmente estamos cambiando el mundo? ¿Tiene sentido hacer mentoría social?
En ámbitos como los cuidados, los espacios comunitarios o el voluntariado, a veces es difícil recopilar datos para conocer los resultados de este trabajo. Por este motivo, los estudios son cruciales. Un ejemplo es el proyecto impulsado por la Universitat de Girona y la Coordinadora de Mentoria Social, “Safespaces: Mentoría, Bienestar y Salud Mental con personas migrantes y refugiadas racializadas”, que tiene por objetivo analizar las relaciones de mentoría social de las personas migrantes y refugiadas racializadas.
Hablamos con Óscar Prieto-Flores, investigador del proyecto SafeSpaces de la Universidad de Girona.
- Según SOS Racismo, en 2023, 332 personas recurrieron a la entidad para denunciar situaciones de racismo. Aunque, desde hace años, Cataluña es un estado plural con personas recién llegadas de todo el mundo, ¿cómo ve la sociedad catalana a las personas migrantes?
La sociedad catalana en general se presenta como una sociedad de acogida con manifestaciones públicas a favor de la inclusión, pero también presenta contradicciones. Por un lado, hay un discurso abierto de acogida. Por otro, existe la discriminación que sufren las personas migrantes, especialmente las racializadas, en ámbitos como el laboral, la educación, la vivienda, entre otros. Además, el auge de la extrema derecha ha introducido narrativas más excluyentes, utilizando la inmigración como chivo expiatorio para problemas sociales más amplios.
Desgraciadamente, no estamos construyendo una alternativa al sistema capitalista. Por lo tanto, muchas personas de clase trabajadora o aquellas que viven más la vulnerabilidad en primera persona se sienten traicionadas y perciben un menosprecio sutil hacia ellas. En resumen, esta confusión está siendo utilizada por parte de la extrema derecha para ganar votos y hacer electoralismo con la inmigración.
- ¿Por qué la Universidad de Girona decidió implicarse en el tema, y concretamente apostó por incluir la perspectiva de la juventud extutelada?
Hemos visto la necesidad de pasar del enfoque de la interculturalidad a poner sobre la mesa el tema del racismo estructural y el antirracismo, particularmente en programas como la mentoría social.
La mentoría social, tradicionalmente, se ha asociado al diálogo intercultural: el hecho de dar a conocer a dos personas de culturas diferentes y, a partir de ahí, generar un acompañamiento y aprendizajes entre estas dos personas. En cambio, la perspectiva de la desigualdad estructural o del racismo no está tan presente muchas veces, y pensábamos que era importante incluirla.
En este contexto, la Universidad de Girona ha inaugurado recientemente la Cátedra de Acción y Análisis Antirracista.
- ¿En qué consiste el estudio “Safe Spaces”? ¿Qué metodología tiene?
El estudio «Safe Spaces«, financiado por el Observatorio Social de la Fundación “la Caixa”, tiene como objetivo evaluar el rol de la mentoría en el bienestar y la salud mental de las personas migrantes y refugiadas racializadas.
Nos proponemos enfatizar el concepto racializado porque sabemos que la sociedad de acogida no trata igual a las personas migrantes blancas frente a aquellas que provienen de contextos africanos.
En primer lugar, la metodología incluye herramientas cuantitativas, como test pre y postintervención. En segundo lugar, incluye grupos de discusión tanto con mentores como con mentoreados para obtener una visión cualitativa. Finalmente, hay un grupo asesor formado por 6 jóvenes migrantes racializados que han participado en programas de mentoría para garantizar una perspectiva auténtica y antirracista.
- ¿Qué consecuencias puede tener una mentoría insatisfactoria para las personas migrantes, refugiadas o racializadas?
Una mentoría mal gestionada puede causar daño emocional. En el caso de las personas que ya han sufrido mucha fragilidad y desconfianza en las relaciones sociales debido al racismo estructural, el daño es aún mayor, ya que genera un sentimiento de frustración y desconfianza hacia los programas de ayuda.
- ¿Qué podemos hacer como sociedad para acoger mejor a las personas migrantes y cuidar su bienestar emocional?
Es necesario pensar de manera sistémica y realizar cambios estructurales a diferentes niveles (escuelas, universidades, lugares de trabajo, leyes) para garantizar una inclusión real. Además, es fundamental construir una idea de “nosotros” donde todos se sientan parte de la sociedad, mediante prácticas cotidianas como la mentoría.
- La salud mental es un tema en la agenda actual, pero ¿hay suficientes estudios que aborden a los colectivos más vulnerables?
Aún faltan estudios e intervenciones específicas que aborden la salud mental de las personas migrantes y refugiadas, así como una mayor voluntad política para financiar programas de apoyo.
Las entidades del sector social tienen poco financiamiento. Por un lado, muchos programas no avanzan por falta de recursos. Por otro lado, la administración pública no entiende que estos programas forman parte del bienestar social de todos y son parte de la salud pública. En resumen, creo que el auge de la extrema derecha está frenando este cambio de paradigma.
- ¿Por qué es importante trasladar la investigación al día a día de entidades como Punt de Referencia?
En el caso de SafeSpaces, el estudio cuenta con la colaboración de la Coordinadora de Mentoría Social y tenemos la voluntad de trasladar los resultados a las entidades participantes. Muchas de las propuestas no dependen del presupuesto de las entidades, sino del compromiso con la investigación.