David Marmolejo
Desde el 2021, Punto de Referencia ha participado en el Proyecto IMEX, liderado por la Federación de Entidades con Proyectos y Pisos Asistidos (FEPA). El objetivo era crear un modelo de referencia estatal, así como europeo, para la desinstitucionalización en la atención al joven tutelado.
En Punto de Referencia, se ha trabajado la desinstitucionalización a través del proyecto de vivienda “Llars el Pas”, una iniciativa que busca acercar la vivienda cooperativa a los jóvenes.
Hablamos con el educador social y miembro del equipo profesional de Punto de Referencia, David Marmolejo, que actualmente es técnico del proyecto “Llars el Pas” de Punto de Referencia.
En primer lugar, debemos tener en cuenta que encontrar una vivienda en condiciones es un problema global en la ciudad de Barcelona. Si a este contexto le sumamos que el joven tutelado y extutelado es inexperto y carece de estabilidad económica y personal, la situación se vuelve aún más complicada. Y si a todo esto se añade un proceso migratorio, el racismo, la falta de referentes adultos o familiares que puedan apoyarlos en este proceso, se complica aún más.
A veces, los jóvenes tutelados y extutelados no están preparados para salir de los pisos asistidos o los proyectos de vivienda impulsados por las instituciones, pero no tienen más opciones debido al tiempo de estancia que establecen estos proyectos.
“Llars el Pas” es un proyecto de emancipación y autonomía para los jóvenes tutelados y extutelados que ya han pasado por recursos de acogida anteriormente, es decir, sería el último paso antes de emanciparse sin ninguna institución o entidad que los acompañe.
El proyecto consta de 4 fases:
Actualmente, contamos con 5 viviendas, ubicadas entre Barcelona, l’Hospitalet del Llobregat y Mataró. En total, estamos acompañando a 14 jóvenes.
La iniciativa surgió porque los procesos de transición a la vida adulta debían ser más prolongados y no había suficiente apoyo administrativo. Nos dimos cuenta de que los jóvenes, al salir de los pisos asistidos a la edad de 21 años, no estaban preparados para emanciparse.
Considero que es una alternativa muy potente por los valores comunitarios y participativos, puede ampliar la red de apoyo de los jóvenes y ofrecerles otros referentes adultos en contextos diferentes. También potencia la desinstitucionalización de los jóvenes, es decir, permite que otros referentes adultos les brinden apoyo fuera de las instituciones.
La experiencia de los jóvenes es muy positiva. En primer lugar, nos alegra ver cómo una entidad confía en los jóvenes y les brinda la oportunidad de ser socios de una cooperativa. Gracias a la Balma, tienen un hogar y un proyecto.
También hay aspectos negativos. Vivir en una cooperativa implica realizar una serie de tareas y obligaciones para sacar adelante el proyecto. Esto supone un volumen de trabajo considerable, pero también es un aprendizaje valioso.
Queremos seguir impulsando el proyecto de “Llars el Pas”. Por el momento, el año pasado llegamos a un acuerdo con la cooperativa Abril, que aún tiene las viviendas en construcción, pero ya estamos llevando a cabo un proceso de selección de dos jóvenes para que vayan a vivir allí.
El proyecto “Llars el Pas” cuenta con el apoyo de “La Caixa”: