«He aprendido a vivir como una familia»

Pronto hará un año que Farah vive en casa de Joaquim, en el barrio de Gràcia. Su convivencia acabará dentro de dos semanas, cando Farah continuará su camino hacia la plena emancipación. Hoy nos hemos encontrado en su casa para que nos cuenten cómo han vivido esta experiencia.

Sentados en el sofá, los dos recuerdan como, hace un año, recibieron la propuesta de convivir. Farah vivía en un piso compartido con otros menores de edad y, al cumplir los 18 años y finalizar la tutela, tuvo dos opciones: o cambiar a otro piso asistido compartido con otros jóvenes o bien ser acogida en casa de una familia. «La forma de vida que me imaginaba en un piso asistido era muy similar a la que ya llevaba, con normas similares, convivencia con compañeros y compañeras… pensé: esto ya lo he probado, prefiero la opción de vivir con una familia de acogida, a ver qué tal va». Por otro lado, Joaquim explica que una habitación de su piso quedó vacía y paralelamente supo de la situación en la que se encuentran los y las jóvenes que salen de los centros de tutela de la Generalitat. «Me parecía muy absurda la situación y a la vez conocí la iniciativa del Acoge y pensé que a mi no me costaba nada acoger. Siempre me ha gustado estar acompañado.»

Farah y Joaquim hacen el ejercicio de recordar las primeras semanas y las costumbres que los dos han ido integrando a lo largo de estos meses.  «Viviendo aquí he aprendido a dormir sola, era la primera vez que dormía sola. También he aprendido a perder el miedo a los perros, ya somos amigos con Guli«, Farah ríe y mira el perro de Joaquim.

«Nuestra convivencia ha sido mayoritariamente entre semana, y posiblemente el rato que más compartíamos era la cena» y es que  Farah dedica bastantes horas del día al segundo curso del PFI de hostelería y Joaquim trabaja. También comentan que, para tener cura de les tareas de la casa, prefirieron no organizarse de una manera rígida, sino que encontraron una lógica y ganas de implicarse en estas tareas: «si uno cocina, el otro lava los platos, o miramos la manera de entre los dos ir haciendo lo que haga falta» dicen.

 

De izquierda a derecha: Farah, Bàrbara (técnica del Proyecto Acoge) y Joaquim.

 

Más allá de las cenas entre semana, han compartido algunas experiencias que recordaran: des de las comidas de domingo con los familiares de Joaquim (y también vecinos), pasando por escapadas fuera de la ciudad o también las horas dedicadas a la cocina. «La cocina ha sido un tema que nos ha picado, hemos cocinado de todo: sopas, legumbres, pastas o comidas de Marruecos, sobre todo en Ramadan» recuerda Joaquim.

Después de todas estas experiencias, les preguntamos qué se llevan de haber participado en el proyecto Acoge.
«Ha sido una experiencia que, aún y no ser una sorpresa, me ha sorprendido cuotidianamente. A medida que descubría la manera de llevar las situaciones, he ido aprendiendo muchas cosas» dice Joaquim. Y Farah: «He aprendido a vivir como una familia». 

Farah se irá a vivir a Girona, pero continuará los estudios en Barcelona, y dice que así, podrá encontrarse con Joaquim algunos días.

 

 

Se nos ha hecho tarde y Farah y Joaquim han de preparado la cena de hoy: han decidido cocinar un rissotto.

 

La Farah cuina el sopar
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