La juventud migrada, desesperanzada por el nuevo reglamento de Extranjería
Imagina que llegaste a Barcelona hace dos años, siendo menor de edad y sin tu familia. Lejos de tu país de origen empezaste una nueva vida y, para hacerlo, necesitaste apoyo. Viviste un año en un centro de menores donde conociste algunos compañeros y donde aprendiste a entender y después hablar catalán y castellano.
Mientras tanto, gracias a tu persistencia y de tus educadoras para obtener una cita en Extranjería, conseguiste el permiso de residencia. Algunos compañeros del centro de menores no lo consiguieron i ahora son mayores de edad sin posibilidad de tramitar ni el permiso de residencia ni el permiso de trabajo.
Ahora ya eres mayor de edad, has dejado el centro y has tenido suerte: vives en un recurso de vivienda donde aún podrás estar unos meses. Te hace falta trabajar para mantenerte a tu mismo, quizá también a tu familia y, en medio de estos cambios, te das cuenta que dentro de una semana ya te toca renovar el NIE. Con el nuevo reglamento de Extranjería, solamente lo harás si justificas que dispones de ingresos propios (que no provengan de ayudas sociales ni públicas). Eso significa que se exige a jóvenes que no tienen permiso de trabajo unos ingresos de 540 euros al mes pera las primeras renovaciones, y más de 2.100 euros al mes para las segundas renovaciones.
Esta es la historia de muchos de los jóvenes a quienes acompañamos, a quienes se les ha denegado la renovación del NIE (después de 10 meses esperando el veredicto) por no disponer de estos medios económicos. Moha (Proyecto Referentes) no lo considera un requisito lógico, sino más bien inhumano:
“Me han llegado a decir que pida dinero a mi familia, yo no hubiese venido a Barcelona si mi família disponiera de este dinero”.
“Estoy esperando que nos digan, por lo menos, per qué motivos han tomado esta decisión. Tampoco no entiendo por qué han invertido recursos en nosotros, y ahora que nos hemos aprendido el idioma, nos hemos formado e integrado en el funcionamiento, nos dejan perder. Una de dos: o nos lo explican con un razonamiento lógico o que nos digan que abandonemos toda esperanza.
Desde Punt de Referència estamos trabajando en red para cambiar este reglamento, tan injusto como demoledor para los jóvenes a quienes atendemos.
Un trabajo que lo es todo
Llegados a este punto tu reto ahora es encontrar un trabajo que venga acompañado de un contrato laboral a jornada completa y de un año, es el requisito que se les pide a las personas migradas para que puedan obtener el permiso de trabajo. Tienes habilidades hablando idiomas, tienes conocimientos de informática y ganas de trabajar en este ámbito, pero ves muy lejos la posibilidad que te contraten sin experiencia laboral previa y sin tener una red de personas del territorio que te puedan acercar a ello.
Conoces alguna oportunidad laboral? El talento joven está esperando su oportunidad. Al mismo tiempo, trabajar es la única manera de continuar su proceso de emancipación. No dudes en contactarnos, como ha hecho la empresa de inserción de personas en gestión de residuos, Andròmines. La empresa ha ofrecido 4 vacantes de formación y contratación para juventud tutelada y extutelada, subvencionadas por la Generalitat. Chicos y chicas de Punt de Referència han presentado su candidatura, y dos de ellas están finalizando el proceso de selección y pronto se incorporaran al nuevo trabajo.
“Nuestra experiencia de más de 27 años trabajando para la inserción sociolaboral de colectivos en riesgo de exclusión nos demuestra que, en el caso del colectivo de jóvenes tutelados, cuando se da un trabajo en red real con sus personas de referencia, cuando tienen una adecuada atención en el proceso de inserción, los resultados son muy positivos y acostumbran a ser todo un éxito. Quién puede pensar en un mejor resultado del trabajo en red que hacer posible que estos jóvenes puedan tener una oportunidad real en la sociedad de hoy en día?»
Núria Sau, directora de Andròmines
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