No quiero dejar de trabajar para que la sociedad sea más justa, equitativa e integradora
Ethel Sequeira Aymar tiene 53 años y es médica de familia y comunitaria. Conversamos con ella sobre su experiencia como mentora de un joven de Punt de Referència.
¿Qué es Punt de Referència para ti?
Es la entidad que me ha permitido reencontrarme con el activismo social en el ámbito de la mentoría y hacerlo de una manera ordenada, acompañada y formada. Punt de Referència es responsable de que haya recuperado, de alguna manera, la fe en la humanidad en unos tiempos en los que es difícil hacerlo.
¿Cómo conociste la entidad?
Mi hermano trabaja en una fundación del tercer sector. Le pedí que quería hacer mentoría social y que, conociendo el sector, me recomendara dónde dirigirme. Me aconsejó acercarme a Punt de Referència.
¿Qué te ha aportado vincularte a Punt de Referència?
Lo primero que me ha aportado ha sido formación. El voluntarismo y la buena intención no son suficientes para realizar una mentoría social. También me ha aportado un grupo de personas diversas con las mismas inquietudes que yo y con las que comparto esta experiencia de manera acompañada. Me ha proporcionado profesionales que me hacen sentir su acompañamiento experto, cercano y siempre disponible de una forma muy especial.
¿A través de qué proyecto/programa has estado vinculada a Punt de Referència? Cuéntame un poco en qué consiste esta iniciativa.
Me he vinculado al proyecto Referents de los programas de mentoría social. Primero se realiza una reunión informativa donde se lleva a cabo un proceso de selección con la información incluida. Una vez terminados la selección y la formación, se asigna a la persona joven a la mentora junto con la profesional que hará el seguimiento de la etapa de mentoría. La relación de mentoría dura unos nueve meses, durante los cuales se realiza un encuentro semanal con la persona joven y una reunión mensual con el grupo de personas mentoras. Durante todo el período, la técnica acompaña tanto a la juventud como a las personas mentoras. El objetivo es ofrecer a la persona joven la figura de un adulto que sea un referente en su día a día.
Estoy aprendiendo a ver el mundo con una mirada más paciente, menos crítica, más integradora. Descubriendo valores nuevos y redescubriendo otros que tenía un poco aparcados. Estoy valorando una sociedad con muchos más matices y redefiniendo el concepto de justicia social.
¿Cómo ha sido la experiencia para ti?
Actualmente, continúo como voluntaria de Punt de Referència. Me gustó muchísimo la formación porque me hizo pensar mucho y pude compartir pensamientos, experiencias y reflexiones con los compañeros y las técnicas. La mentoría me está resultando apasionante: es como hacer un máster de “vida” acelerado. Estoy aprendiendo a ver el mundo con una mirada más paciente, menos crítica, más integradora. Estoy descubriendo valores nuevos y redescubriendo otros que tenía un poco aparcados. Estoy valorando una sociedad con muchos más matices, redefiniendo el concepto de justicia social y, por eso, estoy muy contenta de poder hacer este camino con otras personas con quienes puedo compartir vivencias. Y lo más importante es que soy feliz de estar descubriendo a un joven que me está enseñando mucho y con quien estamos construyendo un vínculo muy especial.
¿Recomendarías a otras personas que se vincularan a Punt de Referència?
Siempre lo recomiendo y lo seguiré recomendando. Creo que nuestra sociedad actual tiene muchas carencias y es importante poder dar un paso adelante y construirla desde otros puntos de vista alejados de los discursos malintencionados. Poder generar oportunidades de conocimiento y vínculo de una forma tan cuidada y seria me parece que vale mucho la pena. Soy tutora de residentes de medicina desde hace muchos años y siempre lo he vivido como una mentoría: no solo compartes conocimiento, sino muchas otras cosas. El proyecto Referents de Punt es elevar esta experiencia previa, mía a la escuela de la vida.
Ante la extrema derecha, las personas debemos posicionarnos, destapar las informaciones falsas, romper el miedo que quieren instaurar y defender la verdad que conocemos de primera mano sobre la juventud migrante.
Nos encontramos en un contexto de auge de la extrema derecha y de discursos de odio hacia colectivos en situación de vulnerabilidad, como por ejemplo el colectivo de la juventud migrante. ¿Cuál consideras que debe ser el papel de la sociedad civil en este contexto?
La sociedad civil debemos ser implacables. No podemos tolerar estos discursos sin ningún dato que los acompañe o los respalde. Las personas debemos posicionarnos, destapar las informaciones falsas, romper el miedo que quieren instaurar y defender la verdad que conocemos de primera mano sobre la juventud migrante: sus dificultades, sus virtudes, su resiliencia y la mirada real que se merecen. No podemos permanecer expectantes, debemos actuar, explicar lo que sabemos y exigir verdades.
Estamos impulsando una campaña para sumar nuevas personas socias a Punt de Referència. ¿Por qué es importante que la gente se haga socia de la entidad?
El voluntarismo y la buena voluntad no son suficientes ante la realidad que nos encontramos. Se necesitan recursos y personas para seguir construyendo.
¿Qué te gustaría decir como aprendizaje o lección para cerrar esta entrevista?
Soy hija y mujer de migrantes. Siempre he vivido desde el privilegio de mi posición social, de mi educación, de mi profesión y de mi entorno, pero no quiero dejar de trabajar para que la sociedad sea más justa, equitativa e integradora. Punt de Referència me ha dado la oportunidad de hacerlo y me siento muy agradecida, y creo que ahora debo contribuir a difundir su acción y su manera de hacer. Somos muchas las personas que creemos que el mundo puede ser diferente y debemos encontrarnos y hacernos fuertes para conseguirlo.






















